viernes, 20 de mayo de 2011

Nutrición y energía

Los seres vivos tienen dos tareas fundamentales: Conservar la vida, mantener en buenas condiciones su estructura y funcionamiento y reproducirse para conservar la especie.

Ambas tareas dependen del abastecimiento suficiente de energía y de un conjunto de sustancias específicas.

La necesidad de fuentes de energía se debe a que las funciones biológicas son formas de trabajo, en el sentido que esta palabra tiene en la física, como resultado de una trasformación energética. Mientras que ciertos organismos llamados fotosintéticos, como las plantas y muchos microbios, toman la energía “libre” irradiada por el sol, otros como el ser humano y los demás animales, llamados quimiosintéticos, tiene que obtenerla a través de la oxidación de sustancias combustibles, mediante una forma delicada de combustión que ocurre dentro de cada célula.

La estructura de los seres vivos está formada por agua y una variedad de sustancias complejas, entre las cuales se encuentran las proteínas, los fosfolípidos, los ácidos nucleicos y ciertas sales minerales. Para mantener su estructura en buen estado, los organismos la renuevan incesantemente y la reparan cando es preciso; el mantenimiento de la estructura, y sobre todo su reproducción, exigen contar con los componentes o piezas para fabricar las sustancias mencionadas.

Por su parte, el funcionamiento del organismo se basa en el metabolismo intermedio, que es un conjunto de miles de reacciones bioquímicas que tiene la peculiaridad de ocurrir en el sitio y momentos apropiados, de entrelazarse en un complejo y asombroso concierto y de ser capaces de ajustarse frente a cambios circunstanciales en las condiciones del medio externo. La existencia y la regulación del metabolismo intermedio serían imposibles sin la presencia de sustancias de control o catalizadoras.

En las células existe cierta cantidad de sustancias con función estructural o catalíticas y, en el caso de las especies quimiosintéticas, de las que aportan energía. Para evitar que se agoten, es necesario en último término obtenerlas del medio; una vez transformadas y utilizadas, retornan a él. De esta manera, una característica fundamental y distintiva de todo organismo viviente es que intercambia energía y materia con el medio que lo rodea; este intercambio es la esencia de la nutrición.

Las sustancias que provienen del medio y que cumplen funciones metabólicas (como fuentes de energía, materiales estructurales o catalizadores) reciben el nombre de nutrimentos y la nutrición comprende los procesos para obtenerlos, asimilarlos y metabolizarlos. Por supuesto, dichos procesos son numerosos y complejos y se encuentran finamente regulados.

Así, la nutrición se define como el conjunto de procesos involucrados en la obtención, asimilación y metabolismo de los nutrimentos.

Bibliografía

CASA NUEVA ESTHER, MARTHA –HORWITZ, PÉREZ LIZAUR ANA BERTHA, ARROYO PEDRO, “Nutriología Médica”, Editorial Panamericana, PP. 599:600

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