miércoles, 14 de septiembre de 2011

Contraindicaciones de nutrición enteral

Después de determinar si la ingesta oral actual de nutrimentos es adecuada, y de calcular los requerimientos de éstos, se debe decidir si la alimentación enteral por sonda es una terapia apropiada. Existen relativamente pocas contraindicaciones absolutas para este tipo de alimentación. Incluso los enfermos con función GI mínima pueden mantenerse al menos en forma parcial con alimentación enteral. Se puede intuir que los pacientes con síndrome de intestino corto grave no son capaces de mantenerse por completo con alimentación enteral: sin embargo, pueden recibir una combinación de alimentación enteral y parenteral.

En el pasado, los pacientes con pancreatitis no recibían alimentación enteral. En la actualidad se considera que sólo los enfermos con pancreatitis aguda grave necesitan NP.

El vómito y diarrea “intratables” se han considerado muchas veces razones para suspender la NE. Sin embargo, el clínico astuto debe esforzarse para descubrir la causa de estos, a menudo será capaz de continuar con la alimentación enteral. La incapacidad para establecer acceso enteral es , obviamente, una contraindicación.

Los pacientes pueden tener anormalidades estructurales o funcionales, que impiden el acceso al tubo GI. Sin embargo, ha habido avances en ese campo, que hacen posible el acceso aun en las situaciones más complicas. El éxito o fracaso de la NE puede depender de la creatividad del clínico que diseña el régimen de nutrición

n Desnutrido que reanude ingesta 5-7 días.

n Pancreatitis aguda grave

n Fístula proximal de gasto alto.

n Incapacidad para establecer acceso

n Vómitos y diarreas intratables

n No se justifica tratamiento agresivo

n Se espera se requiera por menos de 5 a 7 días si hay desnutrición, o por 7 a 9 días si el paciente está bien nutrido

n Pacientes críticos.

n Íleo

n Obstrucción completa de tubo digestivo

n Hemorragia activa de tubo digestivo

Consideraciones éticas

La nutrición enteral por sonda puede estar contraindicada en pacientes en quieres se suspenden las terapias agresivas, o si él o sus familiares no dan consentimiento para la colocación de la sonda de alimentación. Se den considerar con cuidado y juicio los deseos del paciente o familiares respecto a lo apropiado de iniciar o continuar la alimentación enteral por sonda. La plática con el paciente o sus familiares debe aportar información detallada respecto a los beneficios y complicaciones potenciales de la alimentación enteral por sonda, junto con una perspectiva de resultados esperados. En todas las conversaciones se debe evitar el uso de términos médicos, así como hacer surgir falsas esperanzas respecto a la capacidad de la NE para “curar” las enfermedades o prolongar la sobrevivencia.

Bibliografía

Guías ASPEN en Español (versión pdf)

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